El universo de los Warren está nuevamente en acción de la mano de "Annabelle". Luego de los pequeños guiños que se realizaron en "La Llorona", tener otra vez como protagonista a esta encantadora muñeca no está para nada mal, ¿o si? Dirigida por Gary Dauberman, "Annabelle 3: Viene a Casa" retoma la historia una vez que la muñeca ya pertenece a la colección de objetos sobrenaturales en la casa de Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga). En esta ocasión, su hija Judy (Mckenna Grace) y su niñera deben enfrentar una noche de horrores luego de que una de sus amigas libere de su encierro al demonio anclado al juguete. Aún así, no nos dejemos engañar por lo que nos cuenta la sinopsis. La película no llega a generar miedo en el espectador al verla, como si lo logro "Annabelle 2: La creación" (que en mi opinión fue la mejor hasta ahora). Quizás si nos ponemos a comparar las actuaciones podríamos decir que tanto la primera como la tercera rozan la mediocridad, pero no culpemos solamente a los actores, el director hizo en algunas partes que las escenas sean largas y densas generando así ansiedad de ver, sangre, fantasmas, demonios y o exorcismos. El film tiene sus falencias pero hubo momentos donde el director pudo colocar bien el impacto del terror. A pesar de esto la historia fue convirtiéndose en agua a medida que nos acercabamos al clímax. La ambientación y el arte están bien, todo es de época y nada llega a sobresalir. Las escenas en el sótano son armoniosas a pesar de ser un ambiente totalmente distinto a toda la casa gracias a rápidos cambios de luz y de distintas situaciones. Volviendo a la historia, hubiera estado bueno que los Warren interactúen más pero sus papeles eran más bolos que otra cosa. El guión tendría que haber estado un poco más centrado en Annabelle y los Warren y no tanto en otros personajes o en generar vínculos vacíos para la narrativa. Hablando de las historias paralelas dentro de la cinta, podría llegar a afirmar que dentro de este universo tenemos más relatos y misterios que contar a raíz de esta entrega. Finalmente para cerrar diría que igualmente si viste todas las anteriores de Annabelle esta es una película que no te podés perder. Es una saga que ya encontró su lugar en el cine de terror y que logró convertirse en ese "must see" que en algún momento hay que ver. Por Keila Ayala
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Basada en hechos reales, “Hotel Mumbai: El Atentado” nos abre las puertas para conocer un relato duro e intenso sobre lo más más crudo, pero también noble de la humanidad. La película cuenta sobre el cerco de 2008 al Taj Hotel por un grupo de terroristas en Mumbai, India. Entre el personal del Hotel se encuentran el renombrado chef Hemant Oberoi (Anupam Kher) y un camarero (Dev Patel), quienes eligen arriesgar sus vidas para proteger a los huéspedes (Jason Isaacs entre otros). Mientras la situación avanza, una pareja desesperada (Armie Hamer y Nazanin Boniadi) se ve obligada a hacer sacrificios impensables para proteger a su hijo recién nacido. Anthony Maras cumple con todas las expectativas que un film como este pueda generar. Aborda con el respeto que se merece un episodio oscuro en la historia de la humanidad, pero no deja de construir un relato fílmico y apasionante. Nos sumerge dentro de esa atmósfera pesada que se vibra en el hotel y nos mantiene en tensión. La película está cargada de momentos de gran impacto, pero no lo hace de un modo explícito ni vulgar. La crudeza se transmite y se cuenta en el sonido de los disparos, en sus planos, en sus actuaciones, entre otros recursos cinematográficos. Los talibanes son para el cine de algún modo los nuevos nazis. Son los malos. Esos seres que podemos estigmatizar de villanos, de aquellos a quienes odiar. Sin embargo, en esta cinta hay otro acercamiento hacia quienes cometieron estos actos. Sin justificarlos ni quitarles responsabilidad les da un contexto y los humaniza. Interesante decisión a mi criterio puesto que arroja un aporte novedoso a este tipo de films y en definitiva es lo que son. No monstruos sino humanos con sus paradigmas que, en nosotros los espectadores, estará la labor de emitir juicio sobre sus actos. La crítica en cambio está puesta al fanatismo religioso. Vemos como estos chicos siguen las ordenes de una voz. Que no tiene rostro, omnipresente, que dicta desde sus oídos, casi como si fuera parte de sus cerebros las barbaridades que deben cometer cubiertas en mantos de divinidad. La desproporción de la riqueza y las diferencias de clases sociales son otras de las críticas en este relato. El elenco cumple de manera excelente. El desafío actoral acá se encuentra en lograr toda nuestra empatía hacia ellos cosa absolutamente lograda. No tiene grandes destaques (algunos dirán Dev Patel, otros Anupam Kher) que, a mi entender, es un mérito para este estilo de películas dónde no tenemos a un único protagonista, sino que seguimos varias historias y en donde el film no intenta mostrar un héroe salvador sino personas reales. Si tenés ganas de estar sentado en la punta de la butaca conteniendo el aliento, si te gusta reflexionar sobre la condición humana, si te gustan las historias bien contadas aprovechá estos días fríos para meterte en un cine a ver “Hotel Mumbai: El Atentado”. Por Matías Asenjo "Toy Story" ya parecía ser una trilogía cerrada. Es por eso que no solo nos inundó el entusiasmo al anunciarse la cuarta, sino también el "miedo" de que nada vuelva a ser como antes. Pero aquí Disney/Pixar dieron con lo justo y gracias a una perfecta mezcla de humor, aventura y dibujos llenos de vida, de a ratos incluso nos olvidamos por completo que estamos viendo una película animada. En esta renovada entrega nos encontramos con nuestros personajes ya adaptados a la vida de Bonnie (la nueva dueña de los juguetes de Andy) quien, ya con edad suficiente, comienza el colegio y en su primer día crea a Forky. La querida manualidad de la niña convertida en juguete se declara a sí mismo como “basura” y Woody se encarga de mostrarle por qué debería aceptarse como juguete. Pero cuando Bonnie lleva a todo el grupo a su excursión familiar por la carretera, el vaquero termina en un inesperado desvío que incluye un reencuentro con su vieja amiga perdida Bo Beep. Juntos se darán cuenta que se convirtieron en personas muy diferentes (en lo que respecta a la vida como un juguete) pero con el correr de las horas pasará a ser la menor de sus preocupaciones. La incorporación de nuevos personajes es muy atinada y cada uno colabora a favor del desarrollo de la historia. Un gran acierto es el regreso de una reinventada Bo Beep, la pastorcita de porcelana, quien comparte protagonismo y muestra una imagen femenina fuerte dentro de la cinta. El desopilante Forky le trae mucha frescura a la saga y su simpleza nos conecta con nuestra imaginación, quizás ya un poco perdida en los más grandes, de cuando éramos chicos. El hombre del momento, Keanu Reeves, también tiene su participación como la voz de Duke Caboom, un peculiar e inquieto motociclista Canadiense. Los legendarios Tom Hanks y Tim Allen siguen al mando de la dupla protagonista con sus ya icónicas voces que reconoceríamos hasta con los ojos cerrados. Si hubiera reclamo alguno sería la falta de protagonismo de los antiguos y queridos juguetes de Andy. Son escasos los minutos en los que vemos a Jesse, Rex, al Señor y Señora cara de papa, Slinky y Hamm en la pantalla. Buzz Lightyear también se corre del centro de la acción con menos intervenciones que las que nos tenía acostumbrados. "Toy story 4" no es un final ni mucho menos. Se puede entender como una transición hacia un mundo más grande. "Hacia el infinito y más allá" apuntan sus creadores, pero veremos de acá en adelante cuánto más tienen para sorprender. Mientras tanto disfrutemos de esta grandiosa entrega perfecta para los más chicos y los que no tanto. Por Matias Villanueva Joe Penna nos presenta su ópera prima "El Ártico" un crudo survival dónde la naturaleza lucha contra la fragilidad de un ser humano desolado. Un punto apenas visible se mueve en medio de un infierno de nieve. Ese es Overgård (Mads Mikkelsen) varado en el Ártico esperando por recibir finalmente su tan ansiado rescate. Los restos del avión le sirven de refugio contra un hostil ambiente que no da tregua. Cuando la pesadilla parece llegar a su fin, un trágico accidente derriba sus esperanzas y lo pone en jaque. Ahora debe cuidar de alguien más cuya vida pende de un hilo y debe decidir si se quedan resguardados en el campamento, donde están relativamente a salvo, o si se embarcan en una mortal excursión a través de lo desconocido para salvar sus vidas. Un film con tinte independiente y prácticamente sin diálogos. Todo nos recuerda al paso del tiempo. Escuchamos cuentas, alarmas de un reloj y cada minuto parecen horas. Caso contrario para el espectador. El realismo y la sutileza interpretativa de Mads Mikkelsen juegan un papel determinante invitándonos desde un primer momento a sobrevivir junto con el. Pocos datos tenemos al comenzar la película acerca de nuestro protagonista, que es retratado como una imagen recortada. Lo que importa es el presente y su personalidad sólo puede deducirse a partir de sus acciones. La intriga mueve el relato sumado a los varios momentos de alta tensión en una pieza con un ritmo narrativo admirable. Mikkelsen, que no es ningún novato, sorprende poniéndose al hombro un desafío actoral para nada fácil en el que todo se sostiene gracias a él y donde no nos hace sentir eterna ninguna secuencia. Si bien ciertas resoluciones en la segunda mitad del film pueden sentirse tiradas de los pelos perdiendo un poco de esa credibilidad que la caracteriza, el final, por más abrupto que pueda resultar (más de uno se va a quedar con ganas de unos minutos más), hace justicia con la cinta. "El Ártico" no logra revolucionar el género pero nos regala una historia visualmente muy atractiva llena de lucha, determinación y amor, que logra interpelarnos, algo más que valioso para el cine y que no siempre sucede. Por Matías Villanueva Una nueva comedia típica americana aterriza en los cines, pero para nuestra sorpresa con algunos detalles netamente argentinos. La película aborda la historia de Charlotte Field (Charlize Theron), una Secretaria de Estado aspirante a la presidencia de Estados Unidos, que se da cuenta que para lograr un acercamiento con los ciudadanos necesita de alguien que le redacte sus discursos de una manera más fresca y personal ya que antes de lanzar su candidatura política recorrerá varios países y tendrá que conseguir la cantidad de firmas suficiente para un proyecto a ambiental. Es ahí, cuando Fred Flarsky (Seth Rogen) es contratado para dicha tarea aunque quizás este papel este un poco sobreactuado generando así la obviedad en la resolución de las escenas. Con respecto a la historia, a pesar de que sea una comedia romántica, podríamos decir que la comedia quedó un poco de lado y no llegó a concretarse del todo. En vez de generar momentos cómicos hay partes de la historia que rozan lo absurdo ya que alguien inteligente como Field jamás contrataría a alguien como Flarsky. Sin embargo, quizás la balanza se ha inclinado para bien y esas obviedades son dejadas de lado y logra el espectador seguir la historia libremente. Por otro lado, las escenas de ellos en el papel de jóvenes rebeldes fue una de las partes en mi opinión mejor logradas, ya que logra reflejar a la perfección lo que es salirse un poco de las reglas. El toque de color Argentino tiene un rol importante porque Buenos Aires es una de las ciudades dentro de la agenda de Field. El acompañamiento musical que tiene la escena es muy bueno, y podremos apreciar de una reconocida pieza casi en su totalidad. Pero no solamente es la música, también hay cuadros de tango y un diálogo cómico (y un poco de mal gusto en mi apreciación) sobre los nazis en Argentina, pero igual no diré más y dejaré que juzguen la escena ustedes mismos. En conclusión "Ni en tu sueños" es un film que apuesta a los seguro y aunque tiene algunas cosas que la hacen resaltar de las demás, no deja de tener clichés algo aburridos y poco cómicos. Las actuaciones están muy bien y la puesta, en conjunto con la producción en general, dejan un producto agradable de ver pero no más que eso. Por Keila Ayala "Un viaje de mil años empieza con un gran paso"... Esta frase icónica en la película es un claro ejemplo del camino recorrido por el director F. Gary Gray a la hora de lograr que "MIB Hombres de Negro: Internacional" se acople bien a la franquicia, que desde 1997 es comandada por Tommy Lee Jones y Will Smith. Aunque en esta película ellos ya no son parte del reparto, la elección de Chris Hemsworth y Tessa Thompson fué muy acertada. Recordemos que este dúo tuvo buenas críticas en "Thor Ragnarok" donde Chris explotó su lado cómico y divertido. El guión se podría decir que no es el mejor y que cuenta una historia poco llamativa en la primera parte de la cinta haciéndonos extrañar lo que fueron los verdaderos Hombres de Negro, pero como ya comenté, el nuevo reparto no tiene nada que envidiarle al anterior. Los protagonistas tienen escenas muy buenas y la mayoría son en conjunto. Ninguno es opacado por el otro ya que cada uno cuenta con su momento y muy bien balanceado. Por otra parte, el plot twist generado para Liam Neeson deja al espectador un poco perdido y ansioso pero como siempre su actuación no deja de ser buena. La comedia llega a sobrepasar la acción y se convierte en el centro de todo. Esto lejos de ser malo acompaña perfectamente la historia y genera risas en el espectador. A nivel producción estuvo bien a pesar de contar con algunos problemas de continuidad en las expresiones de los actores. La paleta de colores fue acertada y logró despegar a los característicos trajes negros del fondo incluso en escenas oscuras. En conclusión la historia es sólida en su totalidad y aunque algunos extrañamos algunos personajes icónicos de las entregas anteriores, quizás en esta nos llevemos algunas sorpresas (aunque tampoco tantas). Eso sí, no vayan a ver la película esperando que el resultado sea el mismo que en las anteriores porque no les dejará apreciar bien esta nueva entrega. "MIB Hombres de Negro: Internacional" es muy agradable y cómica de ver, y si nunca viste ninguna de la saga pero te gusta la ciencia ficción, la comedia, y los aliens, ni dudes en elegirla. Por Keila Ayala “Lo que fuimos”. Esta bella y emotiva historia retrata a una familia enfrentando el Alzheimer y sus propios conflictos personales. Bridget (Hilary Swank) recibe un llamado para regresar a su antigua casa en Chicago cuando su madre enferma Ruth (Blythe Danner) desaparece en medio de una tormenta de nieve. Con su hija rebelde (Taissa Farmiga) a cuestas, Bridget llega y se encuentra con una Ruth a salvo, pero cada vez más confundida y desorientada. Su última excursión es la gota que rebalsa el vaso para su hijo Nicky (Michael Shannon), quien considera que necesita estar en un centro de “cuidado de la memoria”, pero su esposo Bert (Robert Forster) insiste en que su lugar está con él, en casa, en la vida que han construido juntos. Bridget lucha con su propio matrimonio en problemas, su complicada relación con su hija y su culpa por haber dejado a su familia en Chicago. Mientras Nicky la presiona para poner a Ruth en un asilo de ancianos, Bridget busca una solución que haga felices a todos. Entonces, la familia se enfrenta a una crisis inesperada que la pone en una posición imposible. Luego de algunos roles en televisión, Elizabeth Chomko se lanza como escritora y directora con un tema que le es bien cercano, ya que el film está inspirado en sus abuelos y los problemas que han tenido que enfrentar a causa del Alzheimer. Esto, para mí, es la primer gran decisión a la hora de encarar su ópera prima: hablar de un tema que conocer bien y la atraviesa. Suele notarse cuando alguien habla con conocimiento de causa, cuando conoce el terreno y suele aportar algo nuevo. Chomko conoce la cotidianeidad de lidiar con una persona con estos síntomas y los efectos que provoca en quienes la rodean. Es interesante ver el modo en que esta enfermedad atraviesa la vida y los conflictos de cada miembro de la familia. Cómo cada uno tiene un punto válido y en algún momento de la historia llegaremos a entender y empatizar con cada uno de ellos. No se apellidan Skarsgård, pero esta familia está conformada también por enormes talentos actorales con la multipremiada Hilary Swank a la cabeza y Michael Shannon (asumiendo también el rol de productor) encarnando a su hermano. El mayor mérito está en el trabajo homogéneo que todos realizan funcionando colectivamente a la perfección. Quizás hemos visto ya demasiado este tipo de películas (hasta tenemos nuestra propia “El Hijo de la Novia”) y esta pieza tal vez pase cómo una más de ellas, cargada de excesivo diálogo, sin dejarnos una huella demasiado profunda. Sin embargo, no deja de ser una película trabajada con delicadeza, dónde todo está al servicio del film. Una pieza bien contada dónde fácilmente podremos empatizar y vernos reflejados ya que, del amor, los miedos y los conflictos familiares nadie está salvo. Por Matias Asenjo Luego de varios años fuera de la pantalla grande el magnífico director de cine español, Pedro Almodóvar, vuelve con una película emotiva y un poco personal que fue ovacionada en Cannes y otros festivales de cine no solo por la dirección sino también por las grandes interpretaciones. "Dolor y gloria" narra la historia de Salvador Mallo interpretado por Antonio Banderas (ganador como mejor actor en Cannes), un director que ha conocido épocas doradas en su trayectoria pero hoy está prácticamente retirado y luchando contra insoportables dolores de espalda y cabeza que lo han sumido además en una profunda depresión que lo inmovilizó en más de un sentido. A medida que el film va transcurriendo nos vamos encontrando con un drama biográfico que está muy bien contado y toca distintos matices a partir de los personajes. Narrando los hechos desde el pasado hasta el presente logra contar una historia dura y emotiva, poderosa e íntima a la vez. Algunos datos interesantes son los cameos que presenta el director y los aportes nacionales que nos encontramos durante la película. Algunos de ellos y quizás los más importantes son el papel de Leonardo Sbaraglia quien interpreta a un ex amante de salvador, junto con una participación especial de Cecilia Roth. Pero no son los únicos ya que Rosalía, Susi Sánchez, Raúl Arévalo o Julián López, son otras de las figuras que se hacen presentes en la cinta. No sólo la parte más visual y fotográfica de la película está cuidada, sino que el nivel de sonoridad se trató con mucho cuidado y acompaña en distintos planos sonoros toda la trama. El señor Almodóvar creó una pieza de montaje que roza la perfección. Los encuadres bien balanceados y una colorimetría con colores vivos y llamativos hacen de ésta una obra cinematográfica más para sumar la colección personal del director. En conclusión "Dolor y gloria" funciona y desde todos los aspectos. No hay que dejar de verla ya que incluso podría decirse está convirtiéndose en un clásico no solo del cine español sino que también de la cinematográfica internacional. Veremos qué le depara el futuro, mientras tanto es perfecta para disfrutar en cualquier momento. Por Keila Ayala Tres años después de Apocalypse, nuestros mutantes preferidos vuelven con más poderes, más historias y mucha más acción. Esta nueva entrega tiene lugar diez años después de los sucesos de su predecesora y ya nos muestra a un equipo de mutantes más maduro y organizado. Ya reconocidos y aceptados por un gobierno que tantas otras veces les dio caza, nuestros héroes se pueden dedicar a pleno a salvar a quienes los necesiten. Al ir al rescate de una tripulación espacial a la deriva, el equipo queda expuesto a una fuente de energía cósmica que concentra sus efectos sobre nuestra protagonista, Jean Grey (Sophie Turner), a quien seguiremos durante lo que queda de film en su búsqueda por controlar los efectos que esto le provocó. Desde que vimos "First Class" sabíamos que esta saga daba para grandes cosas y, si bien las expectativas para esta película no eran las más altas, sorprende y para bien. Uno de los puntos más altos de esta producción es sin lugar a dudas su director, Simon Kinberg, quien hace lo imposible y logra que una trama que de entrada puede parecer compleja, se torne totalmente liviana y llevadera. En ningún punto se hace pesada y, si tuviéramos que reclamar algo sobre su duración, es que podría haber sido un poco más larga. Otro punto a destacar es el excelente trabajo del elenco, si bien todos se lucen y nos hacen empatizar con ellos casi de inmediato, es necesario elogiar la impecable labor de Sophie Turner y de Michael Fassbender (Magneto). Son ellos los que nos regalan algunos de los momentos más dramáticos y lo logran con una facilidad impresionante. Cayendo un poco en el cliché de comparar a una secuela con sus predecesoras, es donde también encontramos factores positivos en esta última entrega. Esta vez, se nos invita a adentrarnos un poco más en el lado humano de los personajes, los vemos atravesar situaciones que los llevan a límites emocionales hasta ahora inexplorados y eso es un golazo. Para terminar con las cosas positivas, lo que resulta más espectacular en el film son sus secuencias de acción, si bien la saga mutante siempre nos regaló escenas épicas, esta vez lograron mejorarlas exponencialmente. Como resultado, los momentos en los que nuestros héroes están peleando por su vida, usando poderes a lo loco, terminan siendo los mejores de la cinta. Entre lo poco que le podemos criticar a una producción que resulta en conjunto muy sólida, está la toma de decisiones de los guionistas en cuanto a algunos puntos argumentales de la misma, sin spoilear, podemos decir que, para algo tan interesante como lo que estuvieron gestando durante algo así de 100 minutos, el final se siente demasiado simple o hasta apresurado. Más allá de eso, y repitiendo un poco, es un peliculón digno de ir a ver en 3D y con el balde de pochoclos mas grande que haya. Deja una sensación muy agradable y nos invita a disfrutar de personajes que ya conocemos y queremos mientras mantiene un aire fresco y no se vuelve repetitiva. Por Santiago Sturba |
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Abril 2023
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