Tras años de matrimonio, Charlie, un exitoso director de teatro de Nueva York y Nicole, una frustrada actriz de Hollywood, deciden divorciarse sin saber que esto los llevará a enfrentarse con ellos mismos, llegando a extremos personales y artísticos. Escrita y dirigida por el neoyorquino Noah Baumbach, protagonizada por Scarlett Johansson y Adam Driver con Laura Dern y Ray Liotta, Marriage Story es un drama romántico que nos presenta una historia que, a pesar de ser simple y tener una fórmula ya realizada anteriormente es emocionante, real e intensa. Un relato que permite matices y donde no hay un villano como tal porque muestra a sus figuras de forma natural, con su lado bueno y malo. Es un film que te sumerge en la relación entre los personajes con los cuales es muy fácil empatizar, generando tristeza e impotencia llegando al nudo de la película. Te invita a reflexionar. El director plantea un inicio cotidiano, donde son la familia perfecta y que todo va a salir bien, hasta que el proceso de divorcio con los abogados se va profundizando directo a lo oscuro y tanto el espectador como los personajes no pueden aceptar lo lejos que termina llegando todo. Algo que me gusto mucho y debo destacar es la marcada diferencia entre Los Ángeles Y Nueva York, representada en la imagen, el vestuario, los personajes. Esa lucha entre la pantalla y el teatro, dos mundos que son opuestos complementarios y chocan totalmente, pero se necesitan el uno al otro para subsistir. Aunque tenga una historia simple que no innova, es necesaria verla únicamente por las actuaciones. Las interpretaciones de Scarlett Johansson y Adam Driver son de las mejores del año, siendo el film una catedra de actuacion para estudiantes. Y se nota que Baumbach es consciente de esto, porque todo el peso de la película recae en ellos, tomando la decisión de que descubramos la historia por medio de monologos, dialogos intensos o acciones de los personajes, en vez de recurrir a la utilización de flashbacks u otras escenas que justifiquen los hechos. Un ejemplo claro de esto es cuando Nicole le explica a la abogada porque se quiere divorciar de Charlie, o la poderosa pelea que tienen entre ellos donde dejan ver sus peores pensamientos, sacando todo a la luz. Y si de Netflix hablamos, como siempre, fue un film que tuvo mucha movilización en redes sociales. Los actores, la fecha de estreno. Esta empresa es una gigante en el terreno de las estrategias, y aunque este no sea el caso, mayormente gana por esto más que por la calidad de su contenido. Es bueno ver y valorar que Netflix comienza a tomarse más enserio sus producciones y busque brindar contenido de calidad. Luego de lo que sucedió estos últimos años en los Oscars, podemos decir que tras el estreno de películas como The Irishman y Marriage Story en su plataforma, no cabe duda de que claramente la gran N roja se verá presente en la alfombra roja. Marriage Story probablemente se consagrara como una de las mejores películas del año para algunos. Memorable actuación, increíble dirección y fotografía. Una historia simple que acoplada con los demás elementos del film termina funcionando. Hermoso inicio, hermoso final. A pesar de lo mucho que la inflaron en redes sociales, es un gran relato para disfrutar de las mejores interpretaciones y llorar un rato. Por Estefanía Da Fonseca
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Tras 42 años, la más icónica saga de la historia del cine llegó a su fin. Años de relatos, personajes inolvidables, momentos que quedarán en la eternidad y cantidades infinitas de literalmente todo tipo de consumo que puedas imaginar, culminaron en este film. La pregunta es: ¿tuvo el cierre digno y memorable que tal obra merecía? Este último episodio nos presenta una nueva aventura que marcará el final de la historia Skywalker. Palpatine volvió y es necesario adentrarse en el camino de los Sith para poder llegar hasta él y destruirlo. Mientras tanto, Rey y Kylo Ren siguen luchando con su identidad, cuya decisión de si aceptarla o no definirá el destino de toda la galaxia. Ahora, me gusto la película? La verdad que sí, pero la realidad es que el film está muy mal realizado. La historia, los personajes, el tratamiento del mismo. Todo fue maltratado. Y es por la grieta que se formó tras el lanzamiento de The Last Jedi, entre quienes dicen que Rian Johnson arruino la saga, y quienes no. Personalmente, The Last Jedi es una de mis películas favoritas de la saga, tiene una realización hermosa, llegando a niveles cinematográficos que ninguna de las películas anteriores había siquiera intentado alcanzar. Aunque sí es cierto que maltrató bastante toda la historia de Star Wars, los planes que tenían con ella y el simbolismo que el fandom le dio a algunos elementos/personajes de la saga. Pero nada de esto justifica lo que hizo J. J. Abrams, quien se considera un amante de Star Wars que se supone vino a rescatar la saga luego de The Last Jedi, pero lo único que hizo fue hundirla aún más con su soberbia. Es verdad que era difícil restaurar lo planeado y fue directo a lo seguro: el fanservice, hablando únicamente del porcentaje de seguidores que odiaron el episodio 8. Dentro de esto, utilizo la película para fomentar la lucha entre ambos, priorizando momentos donde atacaba a Johnson, olvidándose que lo fundamental era finalizar correctamente la saga más importante de la historia del cine. La nostalgia excesiva presente en toda la película, siendo una incógnita cómo sería la misma sin toda esa cantidad de referencias. Los mejores planos están en el trailer que creó una expectativa de calidad enorme y no lo supera. El guión está repleto de errores, huecos y arcos inconclusos. Maltrataron a casi todos los personajes secundarios inexplicablemente, metiendo a otros que no aportan nada relevante a la trama. Agregaron a Palpatine como villano final sin gastarse muchos segundos en una justificación coherente más allá del hecho de que Abrams quería molestar un poco más a Johnson por haber matado e inferiorizado a su villano. La dinámica entre Poe, Finn y Rey funciona como el trío principal de las secuelas y es entretenida, aunque repitan una fórmula ya gastada, pero al mismo tiempo estos dos primeros no se terminan de desarrollar nunca, creando arcos poco interesantes que no concluyen en nada y pasando a ser un acompañamiento plano que sirve para aliviar la tensión con un poquito de humor Disney. Y con Rey sucede que Kylo Ren es una personaje mucho más interesante con una evolución e historia superiores a la de ella, por lo cual queda opacada. La triste realidad es que la verdadera lucha final se encontraba detrás de cámaras y por desgracia los cambios de decisión y la pelea por el poder afectaron a la nueva trilogía, explotando innecesariamente en el final, arruinando la experiencia de un gran porcentaje de fans. Teniendo en cuenta que el fandom de Star Wars es uno de los más grandes del mundo (por no decir que lo es) y que la saga tiene más de 40 años, es bastante insultante que hayan tenido que terminar la historia así. Además de que este mismo es su único apoyo y el motivo por el cual pudieron seguir haciendo películas puesto que los cineastas del mundo que no son admiradores no aceptan la baja calidad de las mismas. Por otro lado, es necesario destacar los aspectos favorables que rescatan la película. Las escenas de batalla de Rey y Kylo son probablemente las mejores de toda la saga, y la relación entre ambos fue algo hermoso, nuevo y necesario en Star Wars, que te deja con ganas de más además de tener el cierre perfecto. La inclusión de detalles de objetos que estuvieron presentes en el multiuniverso de Star Wars (Star Wars Rebels, The Mandalorian y todas las películas antecesoras de la saga) e incluso las voces de algunos actores que participaron del mismo en la escena final (Hayden Christensen, Ewan McGregor, la voz de Ahsoka Tano quien fue la padawan de Anakin en la serie Rebels). Los cameos históricos, entre ellos de John Williams que realizó por última vez el soundtrack para la película y no pudo haber sido mejor. La evolución total del personaje de Kylo Ren/Ben Solo, quedando este como la imagen final de la nueva trilogía, con la espectacular interpretación de Adam Driver; y el cierre de Leia Organa, honrando la memoria de Carrie Fisher y la historia de su personaje. En cuanto a la trilogía en general, resulta triste la influencia de Disney, siendo la primera película en la que más se nota. Diálogos que dejan mucho que desear, momentos que deberían ser serios y tienen la necesidad de convertirlos en una comedia que claramente no funciona, personajes inconclusos, planos y estereotipados, esa tibieza a la hora de arriesgarse, shippeos innecesarios que ni siquiera se terminan de desarrollar, la influencia del contexto histórico y lo políticamente correcto. Pero, no podemos negar los rasgos a destacar de esta trilogía: la nostalgia en aquellos momentos donde fue bien utilizada, algunos diálogos icónicos, el cierre de los personajes de las películas originales (Luke, Leia, Han Solo aunque sigo considerando que este último fue maltratado y terminaron con su personaje demasiado rápido), el desarrollo de Kylo Ren, el increíble soundtrack que nunca falla y es esencial en Star Wars, la hermosa representación de algunos mundos, nuevas naves, escenarios y especies (aunque este último influenciado por la adorable necesidad de Disney de hacer todo bello y merchandiciable) y algunos momentos cinematográficos que quedarán en la historia como los mejores de toda la saga, entre ellos el desenlace de las ultimas dos películas. 42 años después las aventuras de la familia Skywalker llegaron a su fin, un fin que apenas logra funcionar comparado a su exitoso inicio en 1977, algo que ni la historia ni los fanáticos merecían. Y aunque los cineastas quedaran disgustados con la misma, los fanáticos que odiaron el episodio 8 amaran este final, convirtiéndose probablemente en uno de sus favoritos de la saga. Ahora solo queda agradecer por este universo hermoso que quedará en la eternidad formando parte de la historia del cine y habiendo marcado un paradigma en el mundo, dejando un legado inigualable. Solamente gracias, and may the Force be with you, Star Wars. Por Estefanía Da Fonseca En una sociedad donde las mujeres murieron por un virus una decada atras, un hombre y su hija de 8 años, a quien hace pasar por varón, intentan sobrevivir, enfrentándose a distintos peligros que desafiarán su relación personal y sus vidas, en un mundo primitivo donde ya no existen reglas ni un lugar seguro. Escrita, dirigida y protagonizada por Casey Affleck (ganador del Oscar al mejor actor, por MANCHESTER BY THE SEA) y la nueva promesa, Anna Pniowsky, "Light of My Life" es un film que nos presenta algo que no suele suceder en este tipo de ficción. En las películas ambientadas en un mundo apocalíptico, generalmente, el contexto cargado de acción suele tener mayor importancia que los personajes y sus respectivas historias y relaciones. Pero en este caso desde un comienzo, con una escena únicamente de diálogo que dura más de 10 minutos, se marca que lo que suceda alrededor de los personajes es algo ínfimo comparado a la relación entre ellos, que es lo verdaderamente relevante de la cinta. De hecho, el contexto te lo van presentando de a poco, dando pequeños detalles que te permiten suponer y visualizar un aproximado de lo que sucedió hasta llegar a la realidad sin gastar suficientes minutos en ello. Por otro lado, tengo que decir que personalmente, y hablando únicamente del nivel de actuación, siempre considere a Casey mejor que su hermano, Ben Affleck. Suele pasar que cuando dos familiares son actores hay uno que queda marcado como superior en cuanto a reconocimiento. Me gusta ver que la balanza se vaya equilibrando con los años y su peso recaiga en el hermano menor. Además Affleck, aparte de protagonizar la película, también la escribió y dirigió, y ambos trabajos están correctamente realizados. El guión te deja la sensación que solo viste una pequeña parte del recorrido de los personajes (quizás ni siquiera la más relevante) y, sumando su trabajo de dirección, se nota que quiso abordar el género desde un lado más minimalista y sumamente personal, generando un ambiente que lleva al espectador por emociones que varían entre la ternura y la incomodidad. Es necesario destacar la actuación de Anna Pniowsky en su gran debut como actriz, convirtiéndose en una nueva promesa a futuro, y el final del film, que si bien puede ser abrupto, nos regala una escena donde el círculo de los personajes cierra de forma necesaria y cuyo diálogo deja un increíble valor a la cinta. La realidad es que es un metraje bastante largo y por momentos pesado debido a las largas escenas cargadas de diálogo sin acción que hacen sentir las 2 horas. También es importante que antes de verla seas consciente que no vas a ver una cinta sobre un mundo apocalíptico, sino la relación entre un padre y su hija que está pasando de ser una niña a una mujer, y cómo ese contexto los afecta. "Light of My Life" es un film emotivo, artísticamente realizado de forma personal e interesante. Innovando en su tratamiento, es recomendable para ver como alternativa diferente a la ficción apocalíptica saturada de acción. Por Estefanía Da Fonseca Un relato novelesco que nada tiene que envidiarle al Hercules Piorot de Agatha Christie. "Entre navajas y secretos", la nueva apuesta de Rian Johnson, es un 'Must See' que reinventa el género y nos invita a descubrir ¿Quién es el asesino? En la mañana después de su fiesta de cumpleaños número 85, el acaudalado escritor de novelas de misterio Harlan Thrombey (Christopher Plummer) es encontrado muerto en su propiedad. El famoso detective sureño Benoit Blanc (Daniel Craig) se alista en el caso y desconfía de un juego sucio. A medida que se acerca la lectura del testamento y la investigación se calienta, la familia de Harlan, que se empeña en su dinero, comienza a revelarse como mucho más intrigante y competitiva de lo que parecen. La película se nos presenta como un tablero de Clue sobre la mesa. Todos son sospechosos y junto a Blanc tenemos que empezar a mover las piezas para hallar al culpable. Con un ritmo atrapante, no podemos despegar la vista de la pantalla ni por un segundo. Todo suma a la narrativa, debemos hallar pistas nuevas. Rian Johnson escribió este relato teniendo en cuenta cada detalle. Se llevan al máximo los clichés del género y se rompe con el molde, cosa que solo alguien con conocimiento puede hacer. Se puede leer también un subtexto político que ataca sutilmente al clasicismo con algunos diálogos memorables. Daniel Craig se destaca interpretando al astuto investigador privado rodeado de un elenco de lujo que no decepciona. Chris Evans, Jamie Lee Curtis, Michael Shannon, Toni Collette, Lakeith Stanfield, Ana de Armas (como la genial enfermera de Thrombey que no puede mentir), Don Johnson, Katherine Langford y Christopher Plummer. Todos se convierten en sospechosos en su debido momento con sus conductas misteriosas y diálogos astutos, sumándole intriga a la cinta. Quizás me hubiera gustado ver un poco más de cada uno, pero el ritmo del film lo hace imposible. Juntos ofrecen un dominio de escena, química y timing admirable. El talento se extiende al detrás de cámara con un exquisito trabajo en la elección de los planos y un montaje que resalta la puesta haciendo destacar cada escena. El diseño de producción es más que atinado y nos transporta rápidamente al clásico policial inglés. Lo único criticable de la cinta es la decisión del director de Brick (2005) y Looper (2012) de revelar muy prematuramente quién lo hizo. Esto me desanimó bastante pero sirve de puntapié para transformar al clásico ‘Whodunnit’ (¿Quién lo hizo?) en un ‘Whydunnit’ (¿Por qué lo hizo?) y abrir paso a la segunda parte del film. Arriesgado pero certero. "Entre navajas y secretos" es una combinación de buenas decisiones. Espero con ansias que Johnson aproveche sus logros y los traslade a una secuela. Aprovechando que Daniel Craig tira la toalla como James Bond, ¿Por qué ahora no regalarnos unos años como Benoit Blanc? Por Matías Villanueva Un verdadero dúo de peso se encarga de llevar adelante “EL BUEN MENTIROSO”. Roy Courtnay (Ian McKellen) es un estafador profesional que no puede creer su suerte: ha conocido online a la adinerada viuda Betty McLeish (Helen Mirren). A medida que ella le abre su corazón, Roy se sorprende a sí mismo al darse cuenta de que alberga sentimientos hacia ella, convirtiendo lo que debería ser una estafa fácil y sencilla en una de las situaciones más complejas de su vida. Inspirada en la novela homónima de Nicholas Searle publicada en 2016, esta cinta nos propone la cautivadora novedad de ver a dos legendarios del cine juntos por primera vez en pantalla. Es refrescante ver a una pareja protagónica entre los 70 y 80 años en un thriller de suspenso. Personajes interesantes, cargados de conflictos y contradicciones que, por supuesto, nuestra dupla sabrá aprovechar y muy bien. Y es que ellos son el plato fuerte de la velada. No necesitan presentación: Helen Mirren e Ian McKellen. La invitación a disfrutar del oficio, experiencia y dotes que tienen para ofrecernos mientras los vemos interactuar es una oferta realmente tentadora. Pero más allá de la veterana pareja. ¿Qué más tiene este film para ofrecernos? Bill Condon, director de variadas cintas, esta vez nos trae un thriller en donde, si bien no hay asesinatos o un crimen que resolver, nos propone una dinámica que busca tenernos ávidos de información para dilucidar ese desenlace que intentará sorprendernos. El director brinda un abordaje fílmico bastante tradicional pero correcto tanto en cinematografía, edición como actuación. Sin embargo, en mi humilde opinión, la principal falla se encuentra en el guión que no está a la altura. La historia pareciera carecer de fuerza a medida que avanza la cinta. Si bien la primera parte logra adentrarnos en el relato dejándonos llevar por la sólida dinámica de los actores, el giro final resulta extremadamente evidente que hasta puede dilucidarse desde sus primeros planos (e incluso sólo por mirar el póster). Luego hay otra información que se expone al final de la que, para evitar spoilers, sólo puedo decir que se siente forzada e innecesaria buscando darle al film un peso que nunca tuvo. No hay pistas que pudieron pasarnos por alto, simplemente agrega una serie de conflictos y motivos que se sienten innecesarios. El cine y el arte al fin de cuentas se resume en gustos y opiniones, es por eso que siempre mi intención apunta a entender que todo se trata de públicos y estilos dejando a cada uno con el veredicto final. Pero también mi rol es el de ser sincero con este “BUEN MENTIROSO” y decir que la considero una buena película para aquellos que quieran ver a dos actores nadando en su mejor hábitat. El set. Por Matías Asenjo Casarse, tener hijos, una hermosa casa y hasta un perro quizás es lo que el típico sueño americano promete. Y a pesar de que toda familia es un mundo, Le Domas ya pasa esos límites y logra que el sueño se convierta en pesadilla. Generadora de una gran dinastía a través de siglos, la peculiar familia Le Domas es conocida por la creación de grandes juegos de mesa. Lo que el mundo no sabe es que para semejante dinero y reconocimiento tienen que entregar sangre fresca y fuera del ámbito familiar. Dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler, "Boda sangrienta" está protagonizada por Samara Weaving, Adam Brody y Mark o' Brien. Con guión de Guy Busick y Ryan Murphy, el film va directo al grano sin vueltas ni complicaciones. Desde el momento cero estamos en sintonía con la trama y las distintas puestas de cámara logran que seamos parte de la atípica familia. Los elementos utilizados quizás no sean particularmente novedosos, pero este festival de sangre y gags están muy bien construido y se disfruta de principio a fin. Con respecto a las actuaciones, nuestro premio se lo lleva Samara ya que el in crescendo de su personaje es perfecto. Primero vemos a nuestra heroína toda dulce y simpática con un vestido de novia hermoso a punto de casarse, para luego encontrarnos con un personaje totalmente opuesto, rudo, sanguinario y vengativo. De igual manera todas las interpretaciones son buenas y muy distintas entre sí. Un poco de humor negro nunca viene mal y si le agregamos sangre junto con algo de locura, es aún mejor. En este caso toda la combinación es perfecta y está muy bien utilizada. Optimizar bien las escenas de sangre y humor es un trabajo un tanto difícil, pero en este caso los directores pudieron darle a cada momento su impronta propia. Dentro del género nada es sagrado ni serio. Para los creadores de "Boda Sangrienta", esto les permite darnos algo nuevo. Recuerden: si luego de una ceremonia de casamiento los invitan a un juego de mesa desde ahora en más hay que pensarlo dos veces. Por Keila Ayala |
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Abril 2023
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