SIN INTERVALOS
LADO B
Películas de culto, clásicos, cine off, independiente, rarezas, cosas distintas (y otras no tanto)
Películas de culto, clásicos, cine off, independiente, rarezas, cosas distintas (y otras no tanto)
Corría el año 2001 y el público estadounidense nada quería saber con pedazos de avión cayendo del cielo luego del episodio a las Torres Gemelas. Tal vez por eso, y porque las distribuidoras no confiaban demasiado en su trama compleja, DONNIE DARKO no fue un éxito en su comienzo. Pero el destino tenía otros planes. Su fama de culto comenzó en un cine de Nueva York al ser proyectada por la medianoche durante 28 meses. Luego de eso al año siguiente, su edición en DVD se convertiría en todo un éxito, siendo recurrente película de sesiones de medianoche.
El film se hizo realidad gracias a Drew Barrymore. El guionista y director Richard Kelly estuvo mucho tiempo tratando de vender su proyecto antes que ella lo captara. Además de producir y de hacer el papel de la profesora de inglés, su aporte permitió que estrellas como Patrick Swayze, Noah Wyle y Mary McDonnell trabajaran en la película. Donnie Darko no solo fue el trampolín de Jake Gyllenhaal sino que también debutaron en la pantalla grande Seth Rogen como el amigo del villano, y Ashley Tisdale como Kim, una tímida estudiante de la escuela en una breve escena. Richard Kelly, director de Donnie Darko, contó que el libro “The Destructors” de Graham Greene inspiró el guión de la película (habiéndolo leído de pequeño). En el film, el libro es lectura obligatoria en el instituto de Donnie. El póster original tenía letras arábes como las que Donnie descubre en su brazo. Pero luego del 9/11 fue cambiada por la menos polémica fuente Trajan, muy habitual en los afiches de películas. La cinta está cargada de referencias cinematográficas como por ejemplo “E.T.” (una de las favoritas de Kelly), “Lolita” de Stanley Kubrick, “Un lugar del sol” de George Stevens y por supuesto “Harvey” de 1950 donde el protagonista habla con un conejo imaginario. Kelly tuvo la idea de aplicar esos extraños efectos que salen de los pechos de los personajes y que predicen sus movimientos futuros cuando veía bajo efectos de la marihuana un programa sobre fútbol donde el conductor congelaba la imagen de los jugadores para analizar la jugada. El compositor Michael Andrews toca todos los instrumentos de la banda sonora porque el presupuesto no le permitía contratar más personas. Pero sí logró convencer a su amigo Gary Jules para que cante la versión de Mad World de Tears for Fears en el clímax del film. Y fue un gran negocio para Jules porque la canción fue el hit No. 1 durante la navidad del 2003 en Inglaterra. Por Matías Asenjo
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