Llegó "OXÍGENO", una película no apta para claustrofóbicos que amenaza constantemente con dejarnos sin aliento... Una mujer se despierta en una cámara criogénica sin recordar nada, ni siquiera cómo llegó allí. No puede escapar, y el oxígeno se le acaba lentamente… así que deberá hacer todo lo posible para sobrevivir. Será crucial acceder a sus recuerdos y a su propia mente para develar los misterios que la mantienen encerrada. Dirigida por Alexandre Aja, esta película me tuvo constantemente atrapada y expectante. Con montaje y storytelling apasionantes, realmente logra que el espectador se ponga en el lugar de la protagonista. Desafía las expectativas del que la ve, ya que, al leer la sinopsis, uno sabe que la trama se desarrolla toda en un mismo lugar, y se tiende a subestimarla. Sin embargo, admito que me sorprendió. Si nos referimos al guion propiamente dicho, no es perfecto; hay falencias, pero estas son ampliamente superadas por los aciertos. Es un buen guion, que se centra en brindar la perspectiva de la protagonista, y lo ilustra exitosamente. Sin embargo, esto no hubiera sido posible sin la impecable interpretación de la actriz Mélanie Laurent (Bastardos Sin Gloria, Frente Al Mar). El aparentemente inagotable abanico de emociones representado por la intérprete es lo que sostiene toda la película, junto con el ritmo adquirido con el montaje, lleno de flashbacks, o flashforwards, que mantienen nuestra atención completamente capturada. Uno creería que la fotografía sería monótona o sin significado alguno, ya que la mujer está encerrada, y siempre se la ve igual, ¿no? ¡No!, de hecho, hay un buen trabajo de iluminación y cinematografía; si se presta atención a los simbolismos que se muestran, hay varios momentos en donde la imagen toma protagonismo y ayudan a empatizar con la mujer atrapada. Lo único que, en mi opinión, no se destaca, es la dirección de arte. No es mala, sino regular, llena de imagenología y texturas ya muy vistas, sobre todo cuando de tecnología o ciencia ficción se trata. Blancos, turquesas, grises cuando todo está bien. Rojos cuando algo falla. De todas formas, el film cumple muy bien. Disfruté la película, y estuve pendiente durante toda su duración. Me dejo pensando en la mente humana y lo que puede lograr estando bajo presión: puede contribuir a tu asfixia, puede ayudarte a escapar de la realidad, incluso viendo o escuchando cosas que no existen, o, simplemente, puede darte la solución que buscás. Por Carole Sang Disponible en Netflix
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Abril 2023
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